8M. Día Internacional de la Mujer

Hola a todas y todos, cómo cada 8 marzo volvemos a reivindicar la necesidad de
avanzar en una igualdad efectiva entre hombres y mujeres que nos permita alcanzar
una sociedad verdaderamente justa y democrática.

Hoy en día, todavía hay gente que no entiende la necesidad de celebración de esta
fecha. Es por ese motivo, que nos gustaría recordar a todas esas personas y a
todas las presentes la importancia que tiene.

En primer lugar, ¿por qué tiene esta fecha? ¿Cuál es el origen? El 8 de marzo de
1857, cientos de trabajadoras de la industria textil neoyorquina alzaron la voz y se
manifestaron por primera vez en contra de los bajos salarios y las condiciones
inhumanas de trabajo. Esta no fue la última manifestación, en 1908 las trabajadoras
de una fábrica textil de Nueva York llamada Cotton también se declararon en huelga
como protesta por el mismo motivo. Ese día murieron 129 mujeres quemadas.

Casi 2 siglos después, las condiciones laborales entre hombres y mujeres siguen
siendo desigualitarias. No lo decimos nosotras, lo dicen los números. Durante el
último trimestre de 2021, el paro femenino era de 15,04 %, frente al 11,79 % del
masculino. El 22,1 % de las mujeres que trabajaban lo hacían a tiempo parcial, una
cifra significativamente mayor al 6,2 % de los hombres. Esto supone que, del total
de las personas trabajadoras a tiempo parcial, un 75 % son mujeres. Además, en
España, las mujeres cobran un 11,1% menos que los hombres, una brecha salarial
que se amplía considerablemente en ciertos sectores, como el de la ciencia y la
tecnología, donde la diferencia alcanza el 18,7%. Por lo tanto, exigimos condiciones
laborales dignas para todas como acabar con las externalizaciones, la temporalidad
y las jornadas parciales no deseadas; acabar con los abusos empresariales, con la
explotación de las autónomas, con la marginalización de las jóvenes y de las
personas con diversidad física e intelectual. Exigimos que se cierren las brechas,
tanto salarial como de las pensiones y que se atienda especialmente a los sectores
feminizados, precarizados e invisibilizados (jornaleras, limpiadoras, kellys).

En segundo lugar, ¿qué hay de esas frases machistas que estamos acostumbramos
a escuchar? Frases que se normalizan y tergiversan los principios del feminismo. La
autora Vega Alonso de Val en un artículo desmintió algunas, y nosotras queremos
compartir alguna de ellas con vosotras y vosotros para empezar a desactivarlas en
la sociedad.

La primera frase que encontramos “Yo no soy machista ni feminista, yo creo en
la igualdad”. Según el diccionario de María Moliner, el feminismo es: “la doctrina
que considera justa la igualdad de derechos entre hombres y mujeres. Movimiento
encaminado a conseguir la igualdad”. Este concepto también se refleja en la RAE,
que lo define como: “ideología que defiende que las mujeres deben tener los
mismos derechos que los hombres”. Es decir, FEMINISMO ES IGUALDAD.

Segunda frase: “Ni machismo ni feminismo. No me gustan los extremos”.
Aclaremos conceptos: el machismo promueve la superioridad del hombre frente a la
mujer y la dominación de ésta. Sin embargo, el feminismo defiende la igualdad entre
los dos sexos.

Tercera frase: “Ya no se acepta ni un piropo”. Efectivamente, ya no aceptamos
piropos, es hora de asumir que detrás de cada uno de ellos, hay una cosificación y
sexualización de nuestros cuerpos.

Cuarta frase: “La violencia no tiene género. También hay mujeres que pegan y
asesinan” . Puede ocurrir que una mujer ejerza violencia física sobre otra mujer o
sobre un hombre. Pero a nosotras nos matan por el hecho de ser mujeres. Las
mujeres de entre 15 y 44 años tienen más riesgo de sufrir violencia de género que
de sufrir un accidente de tráfico o enfermedades como el cáncer o la malaria. En
2021, se registraron 78 feminicidios (homicidio intencional de una mujer a manos de
un hombre por machismo o misoginia) y otros asesinatos de mujeres cometidos por
hombres. LA VIOLENCIA TIENE GÉNERO Y NO PODEMOS IGNORARLO.

Como éstas, hay muchas más frases y muchas más injusticias que no se pueden
resumir en un manifiesto de un par de páginas. Por esto y mucho más, el 8 de
marzo SÍ ES NECESARIO. Por tanto, tú, mujer que me escuchas, hoy puede ser
nuestro día, pero sigamos luchando los 364 días restantes. Como dice la autora
Elisabet Benavent: “No juzgues a la hermana de tu derecha ni a la de tu izquierda.
No juzgues, ni de frente ni de espaldas. Destierra la idea de que somos enemigas,
porque hacer nido en saber que somos hermanas es mucho más cálido. No dejes
que nadie señale dónde están tus defectos, tus limitaciones, tus deberes y
obligaciones. Eres tú y solo tú quien debe aprobarse en el espejo. Corre lejos si no
te sientes libre, si sientes que no brillas, si te han robado la capacidad de escoger
tus pasos. Tu futuro, tus sueños. Depílate si quieres hacerlo, baila en el centro de la
pista si te apetece, bébete unas copas, ponte esa minifalda, manifiéstate o no lo
hagas, pero siempre sintiéndote libre. Ten hijos o no los tengas, pero no impongas
tu modelo de vida a las demás. No hay manera correcta de ser mujer. No hay
manera equivocada de serlo. Solo…se es; lo somos.”

En pocas palabras, queremos vivir en libertad y seguras.

Por mi abuela,

Por mi madre,

Por mi hermana,

Por mis amigas,

Por todas mis compañeras,

Por mí,

Por todas las mujeres del mundo que están, que estuvieron y que estarán.

POR EL MUNDO RURAL, PORQUE TAMBIÉN ES FEMINISTA.

Hoy, mañana y siempre.

¡Viva la lucha feminista!

Feliz día de la mujer a todas.

Gracias.

Escrito por: Arantxa Monferrer Goto, Raquel Morte Masip, Lorena García Puerto y
Arantxa Novella Salvador.

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